Mi personaje inolvidable

Una receta de sugerencias para elegir una aventura propia dentro de un sitio ajeno para no leer y juntar la leña y contar palabra por palabra lo que es sentarse a ver el fuego desde su origen hasta el termino de la algarabía por que sin lectores no habría protestantes... sin acordes ni canciones Bienvenidos, aquí ya comienza nuestro camino...















viernes, 25 de septiembre de 2009

Un mensaje en una botella (primera parte)

Desesperada mente buscaba a las afueras del bosque algún material que me fuera útil para sobrevivir un poco mas de tiempo, me encontraba cerca de un pueblo a unos cinco o seis kilómetros de donde me encontraba, habría tomado un punto de partida diferente si no hubiera perdido la cordura de mis ideas a la hora de inficionar la mente de los demás con mis falsedades, nunca reflexione acerca de lo que provocaria un engaño pero ahora me doy cuenta de ,lo perdido que estaba.

Intentaba caminar paso a paso, terminaba en el suelo árido de un camino de terrasería, seguía la ruta arrastrándome por el bulevar, trataba de seguir mi dirección como pudiera, lo mas rápido posible, el lugar me hacia sentir escalofríos, se acercaba la noche y aun faltavan un par de kilometros para llegar al pueblo, no me rendi en aquellos instantes, continuaba arrastrandome por el camino, tenia que llegqar a cual quier costo.

A un kilometro de llegar al pueblo me encontre frente a una casa de madera, vieja y abandonada segun la aparencia, vaya sorpresa me lleve al darme cuenta de unos sonidos provenientes de dicho hogar, me acerque a una de las ventanas, pero el polvo la cubria por completo y solamente se alcanzaba a observar sombras vagandio por toda la casa.

La puerta se encontraba cerrada con llave, asi que entre por atras ya que la puerta estaba destrozada, al entrar lo primero que capte fue la imagen de una gran olla de barro llena de agua potable, lo ultimo que me llegava a la mente era dejar pásar esa oportunidad pero no entendi por que cuando me acerque a la olla senti algo detras de mi y sali rapidamente de la casa, tal vez un impulso, por lo que se no volveria viajar solo y menos cansado ya que algunos metros de haber pasado la casa esta ya no se encontraba en el camino sino en la cima de una colina donde habia emprendido mi viaje hacia el pueblo.