Mi personaje inolvidable

Una receta de sugerencias para elegir una aventura propia dentro de un sitio ajeno para no leer y juntar la leña y contar palabra por palabra lo que es sentarse a ver el fuego desde su origen hasta el termino de la algarabía por que sin lectores no habría protestantes... sin acordes ni canciones Bienvenidos, aquí ya comienza nuestro camino...















martes, 7 de junio de 2011

La negación y la mente

Todavía sientes miradas sobre tu nuca cuando estás sentada en tu escritorio viendo fijamente la imagen de una grabación, tal vez la razón por la que decidí envié esta carta habrá sido que quiero obtener algo a cambio, querida lo único que me atrevo a presentarte indecorosamente es mi lamento por escuchar tu voz como en terapia hace algunos años, suelo pensar que estas buscándome justo minutos después que cometo algún crimen, sin embargo me equivoco por las circunstancias de tu trabajo, recuerda donde nos conocimos, en ese bosque cerca de la Academia de Música de Florencia, aún creo que sigues encerrada allí golpeando las teclas del piano que te regale, pero despierto con sed y suavemente vuelvo a pensar que es imposible que me encuentres pues ya no es tu vocación.


Olvida la introducción a el por qué he vuelto a contactarte, solamente reflexiona las veces que tu voz me respondió, pues ahora es hora de que yo te responda, solamente escucha con atención los sonidos que te presenta tu entorno, seguramente seguirás escuchando viejas conversaciones de cuando creías que me psicoanalizabas, ha llegado la hora que dejes en su lugar las grabaciones, el papeleo y tu oficina o sótano como me gusta llamarlo, sigue caminando de frente quizá te encuentres con alguien para tomar una copa de vino.


No te angusties estaré esperando que me encuentres, solamente escucha, escucha el sonido de los violines tocar en el misterioso lugar donde desapareciste la última vez que intentaste atraparme, sigue el camino, sigue las pistas, no moveré ni un musculo hasta que llegues, o si lo prefieres y lo consideras mas sencillo iré yo a buscarte, sigilosamente y apasionadamente, estos días de otoño me recuerdan que se aproxima el final de esta partida de ajedrez que comenzamos hace tiempo, y bien espero continúes caminando con la esperanza de capturarme al fin, no se si desearte suerte pues vivo de escapar de ti aunque mis sentido no lo quiera, de todas maneras pasa una excelente noche en tu hogar, frente a la chimenea, esperare a escuchar tu sermón adorable sobre lo que tengo y no tengo que hacer.

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