Las últimas Inolvidables

Escribo cartas por siempre, el deseo siniestro no es más que una especulación de actos suicidas en la mente de cualquier joven con problemas familiares e incluso amorosos, incluyendo a personajes adultos tanto mujeres como hombres, pero, de estos ya es exagerar el asunto. La embriagues podrá ser alguna fuente de inspiración para el olvido, pero también es la inspiración para la futura muerte del hígado, el tabaco podrá ser un instrumento de consumo nocivo para la salud, pero para algunos podrá ser el punto de relajación y liberación de estrés, mientras tanto algunos otros prefieren salvar sus vidas y las de sus pulmones, y qué decir de la droga, para las personas podrá ser de lo más estupefacto posible, otros la ven a esta como medicina, pero hay quienes le dan el uso ilegal. Inspiraciones inolvidables y exhortas que incitan a engañar, crean versiones de un mismo sitio y lo convierten a veces en basura y otras cuantas en un hermoso destino, todo depende del comportamiento de las palabras, la perfidia ya da igual, lo único que se ilumina son las anécdotas exageradas y de polémica mundial, las cuales se pagan muy bien, dejando atrás las buenas frases, diálogos, relatos, poemas e incluso novelas.

¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Desde entonces? Hablamos de un lugar psicodélico en el cual ya no se habla de un escritor sino de un estafador, ya no se toma un libro para leer sólo para recortar, pero ¿aún quedan personas de buena voluntad dentro de la cultura?

Podemos descifrar las verdades si volteamos la moneda en el aire que se juega entre el pueblo y el gobierno, el dinero, la fuente principal para todos y cada uno de los recursos existentes, incluso la “felicidad” para algunos. Decaemos en la esperanza de seguir leyendo las palabras que marcaron la buena vida en este mundo, dejamos a un lado la tinta y el papiro para ir al bar más cercano y bailar música que incita a las drogas y toda clase de porquería publicitaria.

Este mundo se encuentra en el Universo así como cualquier otro planeta que conocemos, pero si dentro de la corta visión del ser humano convencional tenemos el pensamiento creativo de imaginar más allá de lo visible a simple vista podemos crear obras intensas, llenas de fervor, incluso con la calidez del lápiz de carbón utilizado, y el preciso sentimiento que esconde cada palabra y cada página, pero, en realidad la vista es mucho más corta y sólo vemos a los autos pasar como maquinas sin rumbo directo al olvido, así como aquellas canciones, pinturas, libros y otras artes que gustan los sentidos de sus amados seguidores.